"Los hombres de la Tierra llegaron a Marte"
Crónicas Marcianas, Ray Bradbury.
Hoy hace 5 años que empecé la aventura de escribir periódicamente en un blog. Cinco años en los que el ritmo de publicación ha ido descendiendo paulatinamente. La crisis nos afecta y nos envuelve y todo lo que se me ocurre para escribir es sobre la maldita recesión que nos está tocando vivir. Y claro te cansas de escribir de lo mismo y de encasillarte, pero aún así me comprometo a seguir escribiendo, de la crisis por supuesto y de otras muchas cosas, e intentaré darle una lectura más positiva a toda esta mierda que nos rodea.
Dicho esto, hoy también se celebra el Día Mundial del Libro, y yo quiero recomendar uno de los libros que más me ha impresionado:
Escrito en 1946, relata con maestría y sencillez la colonización por parte de los terrícolas del planeta Marte, tanto a través de los ojos de los humanos como de los marcianos. Además de ser un libro de ciencia ficción, este libro nos retrata estupendamente como especie.
Aquí algunos extractos:
(...)
-¿Cuánto tiempo cree que podrá resistir?
- El que me lleve matar a doce hombres, poco más o menos.
- ¿Por qué no nos mató a todos esta mañana, cuando se le presentó la ocasión? Hubiera sido fácil, usted lo sabe.
- Lo sé. Sentí náuseas. Cuando uno quiere hacer algo terrible se miente a sí mismo. Se dice uno que todos los demás están equivocados. Bueno, en cuanto empecé a disparar contra ellos, comprendí que sólo eran unos necios y que no debía matarlos. Pero ya era demasiado tarde. No pude continuar, entonces subí hasta aquí con la esperanza de volver a creer en la mentira, de enfurecerme y empezar de nuevo.
(...)
- Es magnífico ese pueblo.- No es sólo eso. Sí, sus ciudades son hermosas. Los marcianos sabían cómo unir el arte y la vida. El arte fue siempre algo extraño entre nosotros. Lo guardamos en el cuarto del loco de la familia, o lo tomamos en dosis dominicales, tal vez mezclado con religión. Bueno, estos marcianos tenían arte, y religión y todo.
(...)
- Luego vendrán los otros grandes intereses. Los hombres de las minas, los hombres del turismo - continuó Spender -. ¿Recuerda usted lo que pasó en México cuando Cortés y sus magníficos amigos llegaron de España? Toda una civilización destruida por unos voraces y virtuosos fanáticos. La historia nunca perdonará a Cortés.
(...)
Los hombres de la Tierra llegaron a Marte.
Llegaron porque tenían miedo o porque no lo tenían, porque eran felices o desdichados, porque se sentían como los Peregrinos o porque no se sentían como los Peregrinos. Cada uno de ellos tenía una razón diferente. Dejaban mujeres odiosas, trabajos odiosos o ciudades odiosas; venían para encontrar algo, dejar algo o conseguir algo; para desenterrar algo, enterrar algo o abandonar algo. Venían con sueños ridículos, con sueños nobles o sin sueños. El dedo del gobierno indicaba desde carteles de cuatro colores, en innumerables ciudades: HAY TRABAJO PARA USTED EN EL CIELO. ¡VISITE MARTE!. Y los hombres se lanzaban al espacio. Al principio sólo unos pocos, unas docenas, porque casi todos se sentían enfermos aun antes de que el cohete dejara la Tierra. Enfermaban de soledad...
(...)
Me encantó el libro, además es corto y se lee del tirón, y este verano lo volveré a leer. Y ustedes deberían hacer lo mismo. Porque ya lo decía la Bola de Cristal:
Me encantó el libro, además es corto y se lee del tirón, y este verano lo volveré a leer. Y ustedes deberían hacer lo mismo. Porque ya lo decía la Bola de Cristal: